miércoles, 1 de agosto de 2012

Carta XXVII: Noches sin ti

  Hoy extraño tus besos, hoy extraño tus caricias, extraño recorrer tu cuerpo con mis labios y extraño el escalofrío de tus labios recorriendo el mío.


  Hoy extraño el sabor de tu boca, la textura de tu lengua, la melosidad de tus susurros, esos deseos silenciosos como confesiones al oído.


  Hoy añoro tus abrazos, cuando te me acercas por la espalda y me rodeas por la cintura, cuando me aprietas junto a ti, besas mi cuello y me encadenas para siempre.


  Hoy ansío esas horas en cama, con mis piernas como tu cinturón, con mi almohada como grilletes y el chirrido del somier de banda sonora.


  Extraño tu fiereza, mis gritos ahogados, tu pecho ardiente y mi corazón palpitante; la piel de gallina, el sudor, los gemidos, esas pequeñas combulsiones previas a "la pequeña muerte"...
  Extraño esos abrazos, esas charlas, ese deseo de más.


  Deseo. Deseo repetir experiencias y probar cosas nuevas. Deseo ser una fiera y que me domines, dejarte mis garras en la espalda y que tú me marques el pecho.
  Deseo que seas salvaje, como siempre has sido.


  Hoy te extraño a ti, a nuestras noches, nuestras mañanas y nuestras tardes. Extraño cada centímetro de tu cuerpo. Extraño tu mirada lujuriosa, tu sonrisa pícara y tu voz cariñosa, tus ideas raras y tus fotos perversas.






  Extraño todo, los momentos ñoños, las fiestas, las tardes frente a una pantalla de ordenador sin hacer nada, pero juntos.













Te quiero a ti, aquí, ahora.

sábado, 3 de marzo de 2012

Carta XXVI: Tengo miedo

Hola.






Hoy estoy aterrada.




Hace un par de semanas pasó algo muy malo para nosotros.
Supongo que se juntaron demasiadas cosas por tu parte y por la mía. Y ese día tuve, posiblemente, uno de los peores sentimientos que he tenido nunca: PERDERTE.
Intento ser perfecta, para ti. Intento no guardarme cosas, ni quedarme callada, ni ser una cría porque sé que sólo será peor para nosotros.
Ahora, debido a cosas de clase, nos vemos menos, y quedamos menos, incluso hablamos menos pero...eso no significa que seas menos importante para mi. Y siento que a veces te molesta, o te da esa sensación de que paso de ti. Y no quiero que pienses eso, pero no puedo permitirme ignorar mi carrera, no puedo, lo hice el curso pasado, y el primer cuatrimestre, y no acabo de centrarme. 
Gracias a ti sé que puedo hacerlo: me he centrado contigo, y ahora quiero hacerlo con mis estudios.
Sé que me apoyas, y cuanto deseas verme cada día de la semana. Yo también quiero, pero no siempre podemos hacer lo que queramos.
Estoy dispuesta a sacrificar unos meses viéndote menos para poder tener una vida entera a tu lado. 
Me duele que no me contestes cuando pasa algo, porque desde ese día mi cabeza se imagina lo peor siempre que hay algún roce y de repente te quedas en silencio. 
He vuelto a mi pasado. He vuelto a escribir unas líneas en un blogg para sacar las cosas malas de mi cabeza.
No quiero perderte. No quiero. No otra vez.
Te quiero, eres...eres mi vida. Llámame loca, o drástica o lo que sea, pero lo siento así.
  Áurea       


[siento todo este retrase "lectores" pero bueno, he estado liada, y cuento con algún día poneros al día de todo, de verdad]