miércoles, 3 de noviembre de 2010

Carta XI

Hola Sr.Fuego:

Hace mucho que no te escribo, y eso que dije que serías como mi diario personal. Supongo que tengo que ponerte al día:

Hace poco estuve un poco mal, triste, apagada, fría... Pero ya estoy mucho mejor, muchisísísímo.
Supongo que se deberá a la distancia, o a que, en algunos momentos, me siento desplazada, como una extraña entre la gente de aquí. Es normal, si lo piensas, ellos también han empezado de cero, pero pocos se han movido de sitios tan diferentes, yo vivía en un pueblucho lleno de turistas, y ahora estoy en una ciudad. Todo es más grande, más rápido, más caóticamente estresante, pero me gusta. 
Creo que es eso lo que me motiva a seguir adelante, el descubrir todo lo que este nuevo "hogar" me puede dar. 
Aún así, a menudo pienso en vosotros, sobretodo cuando salgo por ahí, a dar una vuelta o por la noche, y me paro a pensar un poco en cada uno de vosotros (chispas, el chico sin ego, mi cachorrillo werewolf, ...todos). 

Las clases me van bien, podrían ir mejor, para que negarlo, pero reconozco que tampoco me he esforzado mucho para que mejore, por lo que a partir de ahora me pondré un poco las pilas, y a trabajar. ¡Al turrón!

Espero que te alegre tener otra cartita ante ti, aunque hablemos a veces, no es lo mismo ¿no?
Esto es un poquito más especial.

Te quiero muchísimo. Cuídate. Sigue ardiendo para mí.





Miro al cielo, y veo la luna entre las nubes, y sé que tú también la estarás admirando, y sonrío. Siento un cálido abrazo del frío viento, porque se que entre la brisa están los abrazos que tanto ansías darme y la distancia tanto te lo impide. 
Cuando llueva acuerdate de mí, porque yo lo haré de ti.






Y entre las llamas del infierno seré feliz, porque me encontraré rodeada por los brazos de aquellos demonios a los que tanto quiero.

domingo, 31 de octubre de 2010

Solo quiero llorar

†Áurea†: 
hola 

♪Chispas♪: 
hola
qué tal estás?

†Áurea†: 
bueno, podría estar mejor


Chispas♪:
por?

†Áurea†:
ayer no fue precisamente un buen día


♪Chispas♪:
por?


†Áurea†:
para empezar: un amigo que está estudiando medicina en una privada me "restregó" lo chungo que es diseccionar cadáveres, cosa que me jode mucho porque se queja por disfrutar de algo que yo no pude conseguir
salí por la noche, fui a un bar con un amigo, ese amigo me besó, no supe muy bien cómo reaccionar, la verdad

el resto de gente me tocó la moral de una forma que ni te puedes imaginar, me llegué a sentir sola entre un grupo de casi 20 personas y el único que me hacía caso era ese chaval
para colmo sus amigos no paraban de cuchichear sobre nosotros, y hacer lo típico para que nos quedáramos o solos, o juntitos o blablabla
y acabé tan harta que estuve a punto de irme pero no, fui buena persona, saqué paciencia de dios sabe dónde, y me quedé
me encontré con otro amigo, de la facultad, me vio con mala cara (él se dio cuenta, las casi 20 personas no, tócate los cojones) y me preguntó qué me pasaba, me dijo que sonriera, me canturreó una canción de ánimo y acabé sonriendo

y después de eso, y acabar ya hasta los cojones, me fui, bajo la lluvia, que parecía un puto diluvio universal, pero que me encantaba, aunque no podía pararme mucho porque no quería resfriarme, y el que me acompaño a casa, para que no fuera sola, fue el chaval, que la verdad, se lo agradezco muchísimo
después, cuando ya empezó a llover fuerte, decidimos pillar un taxi, y echamos una carrera, eso fue lo más divertido de toda la noche, atravesar una plaza casi inundada, corriendo como si no hubiera mañana
y me quedé hablando con él un rato, en lo que llegaban a buscarlo

y ese fue mi fabuloso día


♪Chispas♪: 
te odio

†Áurea†:
por?

♪Chispas♪: 
ahora si digo lo que me pasó ayer voy a parecer victimista, imbécil y super ñoño

†Áurea†:
qué te pasó?


♪Chispas♪:
ayer se supone que íbamos a cenar todos... y el Sr. Fuego estaba super ilusionado...pero al final todos tenían otros planes mejores 

Sr. Fuego no fue, pero el chico sin ego y yo bajamos igual
para dar una vuelta hacer el tonto y tal
ya en el bus me estaba sintiendo raro… bastante  solo
al llegar a la estación, fue peor, fue ver todo vacío y darme un bajón acojonante
después de dar un vuelta y hablar un rato estaba un poco mejor, y entonces decidimos llamar a barbi para ver que hace
cosa rara en barbi, dice que nos va a buscar que nos acopla en una fiesta
al final acabamos todos hablando y haciendo el tonto en casa de un amigo
coñas y parida varias…en general bien…se podría decir que la mía si fue una tarde perfecta  porque luego comimos chuches y tonterías
pero seguía sintiéndome solo
aunque barbi no parara de ponerse encima de mí, tocarme los mofletes y jugar y bromear conmigo y todos me prestaban atención al hablar y se daban cierta cuenta de cómo estaba
me fui dando cuenta cuando nos fuimos
el chico sin ego y yo solos a la estación
íbamos caminando y yo no paraba de pensar que faltaba algo que había algo que no encajaba  que todo estaba bien, pero aun así no podía estar bien
y cuando cogimos el bus los dos y pasamos sentados un rato en silencio.. le pregunté a
el chico sin ego que qué tal su tarde
él me dijo que casi perfecta
entonces me di cuenta de que también le faltaba algo y pensé qué le faltaba y me sentí estúpido
porque  pensando en qué le faltaba a él me di cuenta de lo que me faltaba a mi


†Áurea†:
y bien?


♪Chispas♪:
soy tan imbécil  que no me di cuenta de que lo que me falta eres
esperando siempre en la estación a que llegásemos, dejándome el último para poder gastar en mi saludo tanto tiempo como yo quiera
charlar contigo sin tener que pensar en nada, que te des cuenta de como estoy cuando no me doy cuenta ni yo
como al despedirme de ti al irme, aunque sepa que me voy, sé que todo ha acabado bien, que la tarde mala o buena ha merecido por completo la pena
(ves como suena victimas, imbécil y ñoño )


†Áurea†:
siempre pensé que era una tonta, que hacía muchas cosas y que nadie se daba cuenta, que mis actos eran nimios

importantes, sí, pero pequeños, como lo son todos los detalles
pensé que la gente me echaría de menos, o eso esperaba, pero creí que nadie se daría cuenta de esos detalles pequeños, que añorarían mi presencia, pero no mis acciones
me sentía especial haciendo esas cosas, pero triste porque nadie se daba cuenta y aunque no lo creas, aun así, era feliz, porque veía los efectos de esos pequeños actos, esas palabras, esos gestos, que os hacen sonreír, que parecen estúpidos e insignificantes, pero tan estúpidos como para dibujar una sonrisa, como para componer el sonido de una carcajada
no sé


♪Chispas♪:
pues tus pequeños actos, lo que toda tu compones, ayer me hizo mucha falta… muchísima más de la seguramente imaginas
y hay algo de lo que jamás me cansaré y siempre estaré esperando será verte en la estación, sonriente, mientras bajamos y como ver que saludas a todos uno a uno aunque yo esté más cerca, solo para poder gastar todo el tiempo que yo quiera estar abrazado a ti


†Áurea†:
 ya…esa es una de las cosas que pensé que pasaba más desapercibida


♪Chispas♪:
siento decirte que es de lo que más me di cuenta
siempre saludabas a todos y al terminar te me quedabas mirando como diciendo

“cuando quieras”
y siempre que me quedaba abrazado a ti como un niño pequeño, no decías nada, solo me seguías abrazando
y sigo diciendo que ayer te eché muchísimo en falta y a todos esos pequeños detalles que piensas que no noto
y seguramente te eché en falta millones de veces más de lo que piensas


†Áurea†:
supongo que tienes razón, pero me mata no saber nada de ti, no tener noticias tuyas, no oír tu voz, que las pocas veces que hablamos, nuestras conversaciones se queden a medias, y nunca se parte en palabras vacías, siempre se acaba en los momentos menos apropiados


♪Chispas♪:
 si…lo sé


†Áurea†:
bueno, eso no importa mira, lee esto, lo pensé ayer mientras caminaba, intentando ignorar un poco a la gente:


Necesito un refugio, unos brazos que me rodeen, un pecho que abrazar y un corazón que oír latir.
Y llorar; llorar como no he llorado nunca; llorar como si la vida me fuera en ello; llorar hasta que me ardan las mejillas y me duelan los ojos; llorar como si no hubiera mañana, como si se me desgarrara el alma; llorar hasta deshidratarme, hasta crear un océano bajo mis pies; llorar tanto y gritar tan fuerte que la gente crea que se acerca una tormenta. Llorar.
Y cuando ya haya llorado tanto que mis ojos estén hinchados, que mi cuerpo no tenga energía y caiga de rodillas al suelo, me apoyaré, apretaré mis puños con fuerza, y me levantaré, alzando la vista al cielo con una sonrisa en mi deformado rostro.
Y entonces, me sentiré feliz, me sentiré aliviada, me sentiré especial, querida, agradecida y cálida.


♪Chispas♪:


†Áurea†:
qué?


♪Chispas♪:
no es justo


†Áurea†:
el qué?


♪Chispas♪:
eso
que si realmente sientes eso
que me gustaría poder estar en medio…aunque solo fuese estilo maniquí
para poder aguantarte mientras lloras…aunque no pudiese hacer nada


†Áurea†:
si te reconforta, eres la primera persona en la que pienso cuando necesito un refugio

♪Chispas♪:
sí, pero eso no quita el hecho de no poder hacer nada


†Áurea†:
no se puede hacer mucho cuando alguien llora
además, yo normalmente no suelo llorar delante de gente…es extraño
asique ayudarme es difícil


Chispas♪:
si…yo no he dicho que pueda ayudar…es más, lo único que sé hacer cuando alguien llora es apretarlo para que sepa que estoy ahí y hacer un poco el tonto


†Áurea†:
sabes, yo odio llorar delante de gente, no me gusta..


♪Chispas♪:
por qué?


†Áurea†:
es un momento de debilidad, y no me gusta que vean mi debilidad
se que, si estoy mal, y me abrazas, no sé por qué extraña razón, romperé a llorar
ya podemos estar solos, o estar 50 personas, lloraré
es absurdo


♪Chispas♪: 
a mí tampoco me gusta llorar delante de nadie y literalmente no lo hago, a menos que me esté muriendo por dentro,  ni solo ni acompañado

y por qué pasaría eso?

†Áurea†:
es lo que se transmite en el abrazo


♪Chispas♪:
sigo sin entenderlo
la gente dice que doy abrazos de puta pena


†Áurea†:
no es el cómo


♪Chispas♪:
como suelen decir  llorar limpia el alma y las mías tienen que estar hasta arriba de mierda


†Áurea†:
se puede llorar sin lágrimas
y tú has llorado más de lo que piensas


♪Chispas♪:
yo? un huevo
cuando?

a ver
que yo no lloro


†Áurea†:
si lo haces


Chispas♪:
cuándo?


†Áurea†:
sabes cuando estás mal, agobiado, furioso?
y aprietas los ojos con gesto de rabia?
cuando inconscientemente los cierras, queriendo tranquilizarte y olvidarlo todo?
cuando solo quieres tumbarte, y respirar, dejando todo a un lado?
ahí es cuando lloras
lloras sin llorar
lloras sin lágrimas, sin llanto
lloras en silencio, furioso, porque no quieres verte llorar, ni que los demás te vean
creo


♪Chispas♪:
sí, y no…
tengo que irme

†Áurea†:
está bien

♪Chispas♪:
te estaré esperando en la estación...

†Áurea†:
aunque no me veas, estaré 

 



En la distancia, y sin oír tu voz, hablar contigo sigue reconfortándome.



domingo, 10 de octubre de 2010

Nuevo destinatario

Hoy escibiré una pequeña historia...sobre Aurea y chispas...dos personajes de otra pequeña historia escrita hace muuucho en un sitio no muy lejano.


Hoy amaneció y noté el calor en la cara, y en mi mano derecha, el sol entraba por mi ventana, através de las cortinas naranjas, y mi habitación se teñía de ese color. Volví a cerrar los ojos, y me dormí.

Oí el timbre. Abro los ojos y miro mi despertador, las 11 y media. ¿Quién sería a esas horas? No esperaba a nadie...¿no?
 
Miré cómo estaba, no muy despeinada...en pijama...¡qué más da! Abro la puerta y...

- Ohaio gozaimasu Aurea-chan!!! - foto y sonrisa de oreja a oreja por parte de mi interlocutor.
- ¿Pero qué coño...?¿Se puede sabes qué haces aquí? ¡Es temprano! - recordatorio: me acaban de sacar de la cama; traducción: mal humor.
- Es que me aburría mucho en mi casa y decidí pasarme...
- Vives a más dos horas en bus... - ¿se puede saber que escusa es esa?
- ¿Me aburría mucho? - ¿lo preguntas o lo afirmas?
- Pues... - pienso qué hacer...se ha pegado un viaje tremendo para venir... - pasa anda, ¿quieres beber algo? Si quieres, la cocina está allí, yo me voy a cambiar...
- Noooo - sí, es ese "no" dramático y sobreactuado - estás muy mona así.

- Paso... - intento fallido de subir a mi cuarto. Razón: un tío agarrandome el brazo y poniendo ojos de cachorrito. - Deja de hacer el imbécil. Además, sabes de sobra que poner ojitos no sirve de nada conmigo. YO inventé esa cara.

- Jo, vale. Tenía que intentarlo.




Subo las escaleras, cierro la puerta de mi cuarto por si acaso y abro las del armario...Camiseta de Green Day, hombro al aire y ancha, y pantalones cortos. 
Hecho.


Bajo las escaleras, tranquila, miró hacia el salón...un tío sentado, sonriente, inquieto...y su mirada clavada en mi. 



- ¿Qué miras ahora? - no soy un cuadro para que me andes mirando así...sí, seguía borde.

- Estás mona de todos modos - sonreía aún más. Deprimente...era imposible que me enfadara así.

- Esta bien, ¿qué quieres que hagamos? No tengo consola, y bueno...no tengo mucho... - en mi casa hay libros, hay un ordenador, y una tele. No, no esque me de manía la tecnología, simplemente no la necesito tanto. 

- ¿Vemos una peli? - buena sugerencia...¡perfecta! Recuerdo que el otro día hablamos de películas, y que acababa de descargarme algunos títulos que me había recomendado. 



Le guío hasta el estudio (una especie de despacho...) y lo convierto en mi cine particular, ventanas cerradas, persianas bajadas, luces apagadas, sofá cama desplegado y pantalla completa en el ordenador. Y la elegida es...(redoble) ¡La princesa Mononoke! 

Unos minutos de película y ya estamos repitiendo los diálogos en voz baja...nos miramos, reímos. ¡Bobos! Sí, eso somos, un par de bobos pero nos encanta



Más risas, bromas, "pobres animalitos" y "los lobos blancos grandes sí existen". Mi pequeño gran lobo blanco. Me meto tanto con él. Pero no se queja, incluso se ríe. Siempre sonríe cuando yo lo hago, es algo que me encanta. Me intento recostar mejor pero...¡PUM! cabeza y pared fusión. Gran Ouch! y risas.


- Pequeño gato torpe - me dice mientras me acaricia la cabeza, en ese momento me encuentro arrodillada en el sillón, realmente parecería una neko-girl al puro estilo animePatética.  ¡Pero qué mona debía estar!

- Gran lobo tonto - jum sí, me hice daño. El me da un pequeño toque en la nariz con el índice. - nya! jum! - arrugo mi nariz, ya es un acto reflejo.

- No te arrugues - qué mono me encanta cuando lo dice, usa un tono tan tierno...*beso* 

...

¿Por qué? ¿Qué ha sido eso? Vergüenza,  rubor...Bajo la mirada, me escondo entre mis manos y al levantar de nuevo la vista: su cara sonriente.

- Kawaii - soy monaaaa, qué monooo, nyaaa! x3 no pasa nada, sólo fue un beso.

No sólo fue un beso, simplemente fue el primero de todos los que llenarían todo ese día. 

Hora de comer. Me toca cocinar, como es lógico. 

Me dirijo  a la cocina, noto una presencia, la ignoro. Abro nevera, congelador...¡Mierda! ¿Qué cocino? Etto...¡Lasaña de atún!




Y de postre: ¡galletas de chocolate!



















[[nota: he querido darle un toque de humor añadiendo comentarios como un diablito y un angelito de dibujos animados. 
Las letras rojas en negrita corresponden al diablo, y las azules cursivas, al ángel. 
Por otro lado, en verde, estan las anotaciónes fuera de narración dirigidas al lector. 
Y los diálogos en...em...pues en...LILA!!! SIII!! VIVAN LOS COLORES]]

lunes, 27 de septiembre de 2010

Carta X: 10 razones para odiarte

  

  1. Te odio porque a todas horas pienso en ti y tú ni siquiera me recuerdas.
  2. Te odio porque no puedo olvidarte y tú no demuestras amarme. 
  3. Te odio porque mi espíritu se quedó sin energía de tanto alejarte.
  4. Te odio porque cuando sueño contigo, aun me sonrojo.
  5. Te odio porque vive en mí un deseo que tú no sientes.
  6. Te odio porque todo lo que siento por tí, tú lo repartes con otras.
  7. Te odio porque ni una lágrima te mereces y por ti las he llorado todas.
  8. Te odio porque mi locura por ti se queda en estupidez.
  9. Te odio porque para mi fuiste todo y para ti yo no fui nada. 
10. Pero lo que más odio de ti, por encima de todas las cosas, es saber que aunque lo desee, no podría odiarte ni aunque fuera un poco. 




[Las frases son adaptaciones de la película con el mismo título que la carta]

viernes, 17 de septiembre de 2010

Carta IX: el recuerdo del último baile

Hola, estos días he pensado, he recordado, he sentido, llorado, sonreído...

No paro de pensar en áquel baile.

No sé por qué guardo el recuerdo de un yo un tanto cohibido. 
Simplemente me sentí delicadamente femenina.

Recuerdo la firmeza con la que rodeaste mi cintura con tu brazo, para luego simplemente sujetarme ente tus manos. Deslizaste la derecha en busca de mi temblorosa mano, mientras me dabas indicaciones.

Reposé mi brazo sobre el tuyo. Tú me acercaste aún más a tí hasta que nuestros corazones casi se tocaron.

Me sentí como esas chicas de los animes, que se sonrojan al tiempo que sus ojos comienzan a brillar, cuando el chico las estrecha entre sus brazos.

Quería esconder mi cara en tu pecho y rehuír tu mirada pero, a la vez, era incapaz de alejar mi visión de tu rostro.
Porque ahí estabas , serio, con una ligera sonrisa asomando en las comisuras, imperceptible para el resto del mundo, pero no para mí.

Primero un paso hacia delante, después a un lado, y así, nos sumamos en una danza en la que yo reía. Una risa tímida, ridícula de mi misma. Mi mente trataba de asimilar lo que mi corazón decía.

Recuerdo bien esa noche, esas risas, la vergüenza
Pero lo que más recuerdo es el sentimiento de que nada más importaba; mis pies flotando y mi mente, sumida en su propia lucha contra la locura.


Quisiera repetir ese instante en cualquier momento, en cualquier lugar:
bajo la lluvia,
entre los árboles,
o en una amplia habitación
de moqueta verde y
un piano de cola negro.












...y con la última campanada, se marchó, dejando tras de sí solo un zapato de cristal.


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Carta VIII: Fuego y Agua

 Hola Sr. Fuego:

Fuego y Agua pueden coexistir
 
 Hoy me he despertado por culpa de un perro, que puso su hocico en mi cara. Después de zafarme de las sábanas un escalofrío me recorrió el cuerpo. Sí, el frío de la calle se filtraba por las ventanas, por las paredes, traspasando los materiales. ¡Qué agradable es el frío!
 Aunque sabes que el calor también me gusta. Además, si no existiera el frío no necesitaría el calor. 

 Después de hacer el papeleo necesario en la facultad, pude observar las vistas de toda la ciudad, a mis pies. Es precioso, algún día le haré una foto y tú también podrás verlo.

 Al poco rato empezó a llover, durante cinco minutos, pero llovió, y estamos terminando el verano. Estoy deseosa de que llegue el invierno.
 Creo que a partir de ahora te haré algo así como un informe, serás mi guardador de secretos, a quien le confesaré mis sueños más cursis, y mis deseos más inocentes. Porque eres tú el que saca la niña que llevo dentro.

 Ahora tendré que buscarme una nueva estufita portátil.

 Me despido por hoy, hasta que algo más interesante ocurra. Un beso enorme (tan grande como ¡tú!)

lunes, 6 de septiembre de 2010

Carta VII: abrazos, besos y mucha energía

Hola mi pequeño gran rompecabezas.

, que lo complicaste todo y rompiste mi mundo, enredándolo; que pusiste fin a algo que no podía continuar...y a la vez marcaste un inicio tan extraño. Eres ese chico que nadie conoce, aquél que encontré tras un muro construido por él mismo. Ese chico misterioso, con secretos, y múltiple personalidad. Porque sí, tú eres un multipack, MI multipack

Cuando te vi por primera vez recuerdo que noté ese muro...pero, extrañamente, lo vi venirse a bajo, quedarse a media altura, y logré vislumbrar un poco lo que ocultaba. Empezamos a hablar y te demostré que, sin a penas conocerte, había acertado en muchas de mis afirmaciones sobre ti. Y tan solo habían pasado unas horas.

A medida que hablábamos fui descubriendo una parte de ti que poca gente había visto; poco a poco te has ido escondiendo menos, tanto de mi, como del resto del mundo.

Me siento afortunada porque me has dejado llegar a donde casi nadie ha llegado antes, has confiado en mí y me has contado cosas que a nadie más le contarías. Has concedido muchos de mis caprichos, al igual que yo concedí algunos tuyos y, a pesar del dolor, serías capaz de concederme muchos más. ¡Gracias! 

Me advertías los riesgos de mi aventura, y decidí arriesgarme. Conocí a un lobito blanco, y a un enorme lobo negro
No soy como el resto, y lo sabes. No actúo conforme a la norma y eso hizo que llamara la atención de tu "yo" más excéntrico, ese que siempre observó tras un cristal

Ahora me voy, y me quedan muchas cosas por descubrir, y muchas de las que no sé nada, aunque las conozca. Aún sigues escondiendo secretos, y entretejiéndolos en la tela de araña de tus recuerdos, pero sé que algún día llegaré a saber mucho más; porque esto no es un adiós, es un "ya ne!" (hasta luego).

Ambos compartimos muchas cosas, y aquellas que no compartimos, las hemos aprendido mutuamente. 
Hemos llegado al punto de tener sueños similares, de que una misma canción despierte unos mismos sentimientos, de sentir la energía del otro, de ceder cuando uno de los dos está mal...

Como siempre te dije, y siempre te diré, me voy físicamente pero, para tú desgracia, las nuevas tecnologías me premitirán continuar estando presente en tu vida (es decir, ser igual o más pesada que ahora). Risas. 

Termino esta carta, pero no me despido, porque no me gustan las despedidas. 



You know I fucking love you.













Me permitiste escuchar tu corazón, y yo te tranquilicé con mis latidos.





Dedicado a CHISPAS.

martes, 10 de agosto de 2010

Carta VI: Con chocolate y una lata de cola

Hoy todo se ha terminado...

, yo, ya no hay nada...


Pretendemos mantener la amistad, yo estoy dispuesta, pero ambas notamos la tensión...


Me encuentro sentada...comiendo galletas de chocolate, mis galletas de la "felicidad" ... chocolate... ¿por qué siempre que ocurre algo acabo con chocolate y una lata de cola?





No sé qué quieres, no sé qué quiero, pero tu rostro apagado me mata. No puedo acercarme y reconfortarte...porque siendo pareja me reprochabas mi distancia...Sería como darte una doble bofetada: una por acercarme a ti siendo yo la culpable...y otra por hacer lo que no hacía cuando estábamos juntas.


Me siento mal, realmente mal...por no saber qué hacer o qué decir para ayudarte.


Ambas cometimos un error, el mismo error, una de las pocas cosas en que hemos coincidido en mucho tiempo...y nos ha dañado...


Pienso que esta relacion llegó a un punto en el que se perjudicó a sí misma, creó un STOP, y nos impidió avanzar. Ahora como amigas podríamos dar esos pequeños pasos que eran necesarios y, quizá, algún día, volver...o no...sin pensarlo, sin compromisos, sin planes de futuro. ¿Para qué?


Pero ahora mi prioridad es no hundirte la vida...haré lo que sea para que puedas seguir tu camino...tanto si tengo que servirte de muleta...como si tengo que apartarme...sólo dímelo.


Pero háblame.

Pídelo.

martes, 3 de agosto de 2010

Carta V: ¿Qué co** pasa?

Pues eso, ¿qué nos pasa?

Estamos bien...luego mal...

...no podemos estar juntas pero tampoco vivir la una sin la otra.

Siempre discusiones, por todo, por nada, siempre el mismo trasfondo.

Falta comunicación,
¿hablamos distinto idioma?

¿Tan distintas somos?

¿Acaso esas diferencias no reforzaban las cosas al principio?

Sí, queremos luchar, pero no logramos hacer nada si no salimos cada una de nuestra cabeza.

Es fácil ver el problema pero a menos que lo veamos objetivamente, jamás se podrá solucionar.

Yo daré el primer paso, me rayaré menos.

Pensar, sí, pensar demasiado es mi problema. Así que a partir de ahora procuraré ser más impulsiva, como lo soy con mis amigos, no pensaré, simplemente actuaré.

Y me da igual como sea tu reacción, no me amargaré por ello, intentaré ser más directa, en lo bueno y en lo malo.

Y si así seguimos mal, me romperé el coco hasta dar con otra solución.

Por desgracia no soy yo sola la que está jugando.

Esto es un juego de dos, como el ajedrez.



Ahora te toca a ti mover ficha.

viernes, 30 de julio de 2010

Carta IV: una carta enviada

 (Fecha original: principios de Julio de 2010)  

  Hace algún tiempo un ángel llegó a mi vida, como enviado del cielo para ayudarme a mejorar como persona. 
   Fue apareciendo fugazmente a mi alrededor, llamaba sumamente mi atención, despertando en mi una gran curiosidad y una abalancha de preguntas:

 Por qué no puedo dejar de mirar?        
                                   ¿Quién es ella?

 ¿Por qué no consigo apartar su imagen de mi mente?

¿Qué me ocurre?
¿Por qué no puedo acercarme más?

  Recuerdo el día en que hablamos por primera vez. Fue el 2 de Septiembre de 2009. Esperando a que mi padre me acercara a aquella plaza, vi pasar al ángel y fui incapaz de contenerme. Lo seguí con la mirada, llegando a tener que darme la vuelta cuando mi cuello no podía dar más de sí. No podía apartar la mirada. Cuando lo hube perdido de vista, su imagen seguía en mi mente, en ese momento decidí que la próxima vez que lo viera, haría lo posible porque intercambiaramos alguna palabra, ¡lo necesitaba! 

  Así, mi padre se acercó para avisarme de que subiera al coche. Pocos minutos más tarde estaba en aquella plaza, donde esperaban mis amigos y...no podía ser, mi ángel. No recuerdo si cumplí mi propósito de hablarle, estaba embobada observando y disimulando.

  Pasaron un par de semanas, y ahí estaba yo, en la presentación del instituto, impactada, observando, parecía un sueño. Podría disfrutar de mi ángel todos los días.

  Sinceramente, tampoco recuerdo cómo empezamos a hablar, cómo pasamos de conversaciones vanales a las más personales. Supongo que hablamos de aficiones, pasamos a gustos, a puntos en común...nos íbamos conociendo cada vez más, uniéndonos, complementándonos.

  Llegó un momento en que nuestros impulsos nos llevaron a la tentación, y decidimos dejarnos llevar, sucumbir.

  Han pasado casi 7 meses desde aquello, 7 como pecados capitales existen, y éstos podrían definir nuestro trayecto:
  
  Al principio todo era soberbia, una lucha interna individual por mostrar lo mejor de nosotras mismas. Después llegaron la envidia y los celos, al hablar de amistades, de relaciones pasadas...Esto dio paso a la avaricia, queríamos más y más la una de la otra, lo que nos lleva a la lujuría, donde acabamos de sucumbir por completo tras etapas de gula, en las que nos comíamos mutuamente. Con los exámenes finales llegó  la ira, las peleas constantes y los malentendidos. Ahora nos encontramos en la pereza, en las ganas de estar tumbadas la una junto a la otra, sin hacer nada, sino hablar, ver películas...
  
  7 pecados que repetiremos una y otra vez, con mayor o menor frecuencia, con mayor o menor intensidad. Pero estos pecados no privarán del cielo a mi ángel, porque es puro, y bondadoso, su corazón es dulce e inocente, incapaz de guardar rencor ni dañar a nadie, a pesar de que alberga un gran dolor.

  No soy partidaria del compromiso para toda la vida, pero en estos momentos no cabría duda alguna de que si me obligaran a elegir a alguien con quien pasar el resto de mis días, elegiría a mi ángel, porque no me podría imaginar a nadie mejor.

  Los malos momentos existen en nuestra historia pero de ellos hemos aprendido y de los buenos hemos disfrutado.




 No sé si dios existe, pero puedo asegurar que hay un ángel a mi lado.