lunes, 11 de julio de 2011

Carta XX: Quiceañera

Soltera.
Otra vez.
Para variar.
No tengo remedio ¿verdad?

Pero no tengo miedo, no estoy preocupada, ni triste. Y eso es malo creo.
Pero, como ya he dicho, no me importa.
Me siento como una quinceañera.

Lo cierto es que pronto se terminarán los exámenes de Julio (las recuperaciones) y me quedan muchas cosas por hacer, muchos conciertos que disfrutar, muchas copas que tomar, y muchas risas que echar.

Y muchas carcajadas, saltos, gritos, miradas furtivas y noches de caza, acompañadas de sonrisas traviesas, seguidas de cerca de guiños, codazos y, tal vez, besos.

Porque soy demasiado joven para pensar en el amor. ¡Dios! Tengo 19 años, no quiero comprometerme, quiero vivir, probar los labios de músicos, sentir los brazos de atletas y las miradas de los soñadores

Y es que, en el fondo, yo soy mucho más que todo eso. Soy libre, soñadora, ilusa y algo cursi...¡y me encanta!









dulce libertad

domingo, 3 de julio de 2011

Carta XIX: Sigo sin saber qué

Físicamente no me gustas. Veo tus fotos, y no pienso: "vaya, posiblemente sea el chico más guapo que he conocido nunca". Ni de lejos.

Tu carácter...me sacas de quicio. Eres...¡Eres lo peor!
Eres egoísta, caprichoso, cambias de parecer a cada momento como si fueras un gas, cuyos átomos no paran de moverse en el espacio. 

No hay quien hable contigo, porque "tú" eres demasiado complicado.

Aún así...a pesar de todo...sigo recordando pequeños fragmentos de un verano que me marcó bastante. (No por ti, sino por todo en general)

Sigo recordando besos, caricias, abrazos, conversaciones eternas, y novelas sin palabras. Y sonrío, aunque con melancolía.


Y ahora resuenan en mi cabeza palabras de una persona especial que me dijo que, cuando encontrara a alguien a quien quisiera de verdad, esos abrazos, caricias y besos, saldrían sin más. Eso que a veces tanto me cuesta con el chico imparable...y con el pequeño cocker...

Y las cosas no van bien, y no sé lo qué siento ni por qué lo siento.

Quizá solo busque encontrar un motivo por el cual no soy un bicho raro; saber una razón que me demuestre que en el fondo soy normal.


viernes, 1 de julio de 2011

Carta XVIII: Odio

(00:37)

Bien. Le mando un mensaje en un pausa de mis estudios.

"¿Podrías llamarme hoy sobre las 21:30 -22:00?"

Porque, claro, después tiene entrenamiento y no puede llamarme. Y yo, cuando acabe de ver la peli (nota: pausa desde 21:15 hasta 23:30) y cenar tengo pensado seguir estudiando.

No ha llamado. Termino de cenar.

Ring Ring

-Hola
-Hola?

Es él. A buenas horas. Le cuento que estoy tomando café, para estudiar un rato, hasta la 1 o así, y después acostarme.

-¿Estudiar ahora?
-Sí, estudio mejor por la noche, además es solo terminar un tema.
-Bueno...


Conversación típica, "¿Qué has hecho hoy?" y 


-Estoy estresada - en tono de broma - estoy siendo una mezcla de estudiante y ama de casa.
-Uf, si, estresadísima - sarcasmo. Me molesta, incluso me ofende.
-Búrlate, es la verdad.
-Que si, que si.

-Tenía ganas de hablar contigo, para desahogarme por los exámenes.
-Egoísta - ¿risas?
-Al contrario que tú, yo no me enclaustro en mi misma.

Más tonterías.

-¿Mañana vas a ir a la facultad? Yo tengo que subir a hacer el examen y más cosas.
-No, tengo clases. Si quieres le digo al profesor que me de algunos ejercicios para ayudarte.
-No servirían de mucho - ¿es que no escucha? No se ha enterado de que mi examen es mañana...
-Gracias - molesto. Really?
-Mañana tengo EL EXAMEN.
-¿Mañana? - ¡SI! - Empiezan el día 4.
-No, empiezan mañana, día 1.
-No me asustes.

Lo comprueba. Ansiedad. Se altera.

-Esto solo me pasa a mi.
-No es cierto. Conozco gente que ha perdido exámenes por enterarse demasiado tarde.
-Bueno - borde.

Murmullos.

-Tengo que estudiar.

<<-Gracias por avisar aunque fuera sin querer.
-Oh! De nada.
-Voy a quedarme un rato más hablando contigo y voy a estudiar.
-¡Qué considerado! Como yo perdí tiempo de estudio por hablar contigo, ahora tú haces lo mismo.
Amor~~~~ Cursilerías ~~~~~ñañañaña>>

Pero no.

-Un beso.
-Chao.

Pi Pi Pí


LO ODIO.

Sigo sin saber por qué, si tanto me molesta a veces, sigo con él. Creo que no me gusta la idea de volver a fracasar. Siempre lo mismo: la niña se harta, pierde la paciencia y la situación empeora.
Ojalá lo leas.





[no retiro nada, estoy cabreada y no me hago cargo del hecho de que pueda quedar yo como la mala]