domingo, 3 de julio de 2011

Carta XIX: Sigo sin saber qué

Físicamente no me gustas. Veo tus fotos, y no pienso: "vaya, posiblemente sea el chico más guapo que he conocido nunca". Ni de lejos.

Tu carácter...me sacas de quicio. Eres...¡Eres lo peor!
Eres egoísta, caprichoso, cambias de parecer a cada momento como si fueras un gas, cuyos átomos no paran de moverse en el espacio. 

No hay quien hable contigo, porque "tú" eres demasiado complicado.

Aún así...a pesar de todo...sigo recordando pequeños fragmentos de un verano que me marcó bastante. (No por ti, sino por todo en general)

Sigo recordando besos, caricias, abrazos, conversaciones eternas, y novelas sin palabras. Y sonrío, aunque con melancolía.


Y ahora resuenan en mi cabeza palabras de una persona especial que me dijo que, cuando encontrara a alguien a quien quisiera de verdad, esos abrazos, caricias y besos, saldrían sin más. Eso que a veces tanto me cuesta con el chico imparable...y con el pequeño cocker...

Y las cosas no van bien, y no sé lo qué siento ni por qué lo siento.

Quizá solo busque encontrar un motivo por el cual no soy un bicho raro; saber una razón que me demuestre que en el fondo soy normal.


1 comentario:

  1. No tiene nada de malo ser un bicho raro. Todos los somos... a nuestra manera.
    Al fin y al cabo, ¿quién decide qué es lo normal y lo que no?

    No pienses, sólo siente :)

    ResponderEliminar