jueves, 30 de junio de 2011


No puedo más que sonreír.
Porque eres un payaso.
Porque me haces rabiar.
Porque odio las cosquillas y aún así me haces reír.
Porque cada momento malo equivale a uno bueno. 
(aunque hay más de unos que de otros)
Porque no existe un futuro juntos
pero tampoco lo necesito.


Es que no necesito nada.
No necesito dinero.
No necesito palabras.
No necesito estudiar.
Nada.
Solo despertar cada día con esas ganas de vivir,
de comerme el mundo,
de compartirlo contigo.




lunes, 20 de junio de 2011

Entrevista


-...ya...
-Hoy estás muy callada.
-No soy como el resto...
-¿A qué te refieres?
-No soy igual que todos...
-Ya me he dado cuenta

Tonto.

-Me refiero a que no...no soy...
-Dime que eres una mujer, por lo menos.

Pues eso, idiota perdido.

-Sí, lo soy. Me refiero...por ejemplo, para ti son importantes las caricias, los besos, los abrazos...
-Claro, para eso somos pareja. Me gusta el contacto con mi chica.
-Pues...yo prefiero pasarme horas hablando, riendo, haciendo el tonto...
-A ver, también, pero  no sé...
-No soy como todos...no me importa lo mismo...nada.
-Pero ¿por qué?
-Es muy largo para contártelo ahora, hablamos otro día.
-Claro.

Y cuando se lo cuente todo cambiará, porque no soy distinta pero tampoco igual.







jueves, 2 de junio de 2011

Cambios

- ¿En qué piensas?
- En nada...
- No me mientas...

Estaban solos, tumbados sobre un pañuelo de cuadros negros y rojos, sobre un pedacito de césped en mitad de la ciudad. Estaban en su mundo

- En nada, en serio. Por primera vez en mucho tiempo cierro los ojos y mi mente se concentra en este aroma a verde, en la brisa fresca que se filtra entre las calles proveniente del cercano mar, en el latido de tu corazón...-y es que ella tenía su cabeza apoyada sobre él, al contrario que siempre.
- Bueno, no quiero que te preocupes.
- ¿Por qué debería preocuparme? ¿Porque me voy en un par de días y todo cambiará?
- Las cosas ya están cambiando...eso es lo que dices tú siempre.
- Sí, pero no es lo mismo...
- Porque tú lo digas...
- Pues sí, porque yo lo digo.

Un gran suspiro, seguido de silencio roto por un trinar lejano.
- Te quiero, lo sabes ¿no?
- Sí.
- Y eso SI que no va a cambiar.
- Todo cambia, y eso no puedes evitarlo.
- Cabezota.
- Pero me sigues queriendo a pesar de eso...
- Vuelve a no pensar en nada.

Y así, el sol siguió bañando su silueta, la hierba siguió bailando con la brisa a su alrededor, y aquél pájaro lejano volaba libre sin pensar en nada.









Y es que todo cambia, en eso se basa la vida, en el cambio.