Estaba en mitad del campo, a las afueras de la ciudad.
Eran...uno de esos días de picnic.
Levantarse pronto, preparar algo para comer, e irse tempranito a un campo lleno de flores a compartir la comida con alguien especial y un montón de bichos.
Y así, al principio del sendero, ella esperó a que él apareciera.
Al fondo distinguió una figura, seguida de cinco globos de colores.
Tras un cálido beso de bienvenida, ella le preguntó el motivo por el cual traía esos cinco globos de colores.
-Son la representación de cada cosa que me has dado.
El rosa es por toda esa ternura con la que me envuelves cada día.
El verde, por el color de tus ojos que ilumina cada día, aunque esté lloviendo a cántaros.
El azul, por la tranquilidad que siento cuando estoy contigo, por tus abrazos.
El blanco, por cada sonrisa que me regalas, por cada historia, cada chiste.
Y el amarillo, por cada secreto que compartimos, por la confianza, y por la fortuna de tenerte a mi lado.
-Tonto.
-Hoy tocaba imbécil.
-Te quiero.
Eres un solete boba.
ResponderEliminarTe quiero